02/04/2015

Guterres lanza un llamamiento para intensificar la asistencia humanitaria en Camerún

“Camerún ha dado muestras de una generosidad extraordinaria al abrir sus fronteras, puertas, hogares y corazones a más de 350.000 refugiados procedentes de Nigeria y de la República Centroafricana”, destacó Guterres el pasado miércoles, tras escuchar las experiencias de los refugiados en el campamento de Minawao, situado en la región de Extremo Norte de Camerún.

Asimismo, agregó que “Camerún también está sufriendo el impacto de la dramática situación de seguridad en la región de Extremo Norte a raíz de los eventos en Nigeria”. En la actualidad, esta zona alberga a alrededor de 74.000 refugiados nigerianos, 42.000 de los cuales han sido verificados por ACNUR.Â

Ubicado a 90 kilómetros de la frágil frontera que separa a Nigeria de Camerún, el campamento de Minawao abrió sus puertas a los refugiados en julio de 2013 y en la actualidad, alberga a más de 33.000 víctimas del conflicto que oprime al noreste de Nigeria. En su visita al campamento, Guterres estuvo acompañado por Bakary Midjiyawa, gobernador de esta región semiárida, por diversos representantes de organismos medioambientales y por miembros de la comunidad de donantes.

“Además de brindar un espacio de protección que reviste vital importancia para los refugiados, hoy en día Camerún se encuentra en la primera línea de defensa de la comunidad internacional”, afirmó Guterres.

“Por consiguiente, Camerún necesita y merece una mayor solidaridad, tanto en el plano humanitario como desde el punto vista económico y del desarrollo”, afirmó el máximo responsable de ACNUR.

“Espero que la comunidad internacional comprenda las necesidades de Camerún y responda a la enorme generosidad de su pueblo.”

A su vez, el Alto Comisionado escuchó los relatos de los refugiados, que le explicaron que habían sido víctimas de la violencia en primera persona o bien testigos de ataques a sus familiares y allegados. Asimismo, denunciaron secuestros.

“Atacaron mi pueblo en el estado de Borno durante la noche; dispararon a los habitantes e incendiaron sus viviendas”, declaró Mariam, de treinta años de edad y originaria de Nigeria. “Uno de mis hermanos recibió un disparo y murió en el ataque”.

“Escapé del pueblo con mi marido y nuestros tres hijos. Llegamos a Camerún caminando. Nos refugiamos en un pueblo fronterizo por unos meses, hasta que los ataques alcanzaron la región y tuvimos que trasladarnos al campamento de Minawao”.

Djumai, de 60 años, relató a Guterres que el grupo insurgente entró en su pueblo y asesinó a quienes se negaron a convertirse a la ideología impuesta. “Capturaron a mi hijo, lo golpearon y torturaron. Luego lo ataron a unos pilotes de madera. Así fue como murió”.

Ambas mujeres agradecieron al ACNUR la asistencia que reciben en el campamento; no obstante, la organización intenta cubrir ciertas deficiencias. El acceso a agua potable constituye uno de los principales desafíos que enfrenta Minawao, con recursos subterráneos limitados.

Veintiún pozos de perforación y camiones cisterna de suministro diario proporcionan once litros de agua por persona al día. Sin embargo, esta cantidad resulta inferior al estándar de veinte litros declarados necesarios por ACNUR para no considerarse en estado de emergencia. No obstante, la Agencia de la ONU para los Refugiados trabaja en la perforación de diez pozos adicionales y se esfuerza en la búsqueda, de manera conjunta con las autoridades, de un lugar adecuado para instalar un tercer campo de refugiados.

Asimismo, ACNUR ha intensificado la asistencia a individuos desplazados dentro de su país de origen. Al menos 96.000 cameruneses se han visto forzados a trasladarse debido a los ataques recurrentes de los grupos insurgentes nigerianos. Guterres ha entrevistado a algunos de ellos y les ha prometido asistencia.

El Alto Comisionado resaltó la importancia de intensificar la asistencia internacional brindada tanto a los refugiados y desplazados como a las comunidades que los albergan y comparten con ellos todo lo que poseen.

Es por ello que instó a incrementar las donaciones, ya que los fondos recaudados hasta ahora resultan insuficientes para garantizar la asistencia humanitaria necesaria. ACNUR sólo ha recibido un nueve por ciento de los fondos que necesita para la operación en Nigeria.

“Entiendo que en la actualidad el apoyo de la comunidad internacional se concentre en Siria o en Irak”, dijo Guterres. “Aun así, Camerún enfrenta una situación similar y requiere un nivel de compromiso y apoyo equivalentes, que esperamos la comunidad internacional sea capaz de demostrar”.

El jueves pasado Guterres viajó a la República de Chad para informarse sobre la situación de los 18.000 refugiados nigerianos que encontraron protección en la zona del Lago Chad. En su mayor parte, habían huido de los ataques letales sufridos por la ciudad de Baga y sus zonas aledañas a principios de enero.

Foto por Helene Caux, desde el campamento de Minawao, Camerún.

Fuente: ACNUR